Vitamina D: ¿de Depresión?

¿Sabías que algo tan simple como tomar un poco de sol podría influir en tu estado de ánimo? Hoy la vitamina D o «vitamina del sol» está siendo estudiada como una posible aliada contra la depresión.

En Argentina, se estima que entre el 8 % y el 12 % de la población ha experimentado depresión en algún momento de su vida, y en ciudades como Buenos Aires esa cifra podría superar el 20 %. Frente a este escenario, investigadores de todo el mundo están explorando factores menos obvios que podrían influir en el estado de ánimo.

La vitamina D ha despertado un particular interés por su relación con el Trastorno Afectivo Estacional (SAD), una forma de depresión que suele aparecer en otoño e invierno, cuando los niveles de luz solar disminuyen. La hipótesis es simple pero clara:

Con menos sol, el cuerpo produce menos vitamina D, y eso podría afectar el equilibrio químico del cerebro.

Ahora bien, ¿qué tan cierta es esta conexión? Algunos estudios han mostrado que suplementar con vitamina D puede aliviar los síntomas depresivos, pero otros no han encontrado beneficios significativos. La explicación podría estar en las diferencias entre los estudios: no todos usan las mismas dosis, métodos o poblaciones. Aun así, el consenso general es que una deficiencia de vitamina D podría aumentar el riesgo de depresión, y que mantener niveles adecuados podría ser un paso más para proteger tu salud mental.

  • Aprovecha el sol: Con unos 10-30 minutos de exposición solar directa varias veces a la semana es suficiente para que tu cuerpo produzca vitamina D. Recuerda usar protector solar si vas a estar más tiempo.
  • Alimentos ricos en vitamina D: Incorpora alimentos como pescados grasos (salmón, sardinas), huevos y alimentos fortificados como leche y cereales.
  • Consulta a tu médico: Si tienes dudas o no puedes obtener suficiente vitamina D a través del sol o la dieta, un análisis de sangre puede ayudarte a determinar si necesitas un suplemento. ¿Tienes dudas sobre tus niveles de Vitamina D? Agenda una consulta conmigo haciendo clic aquí

No se trata de reemplazar los tratamientos médicos por una caminata al sol, sino de entender que el bienestar emocional puede depender de muchos factores, y que algo tan cotidiano como tomar sol, podría ser una herramienta más para sentirnos un poco mejor. Como siempre, la clave está en el equilibrio: ni todo es químico, ni todo es natural. Pero juntos, pueden marcar la diferencia.

Te espero en consulta,

Dr. Neal Christopher

https://doi.org/10.1111/j.1600-0447.2011.01705.x

https://doi.org/10.3390/nu16121902

https://doi.org/10.1016/j.jad.2011.09.032

https://doi.org/10.1016/j.cnur.2020.10.004

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